Vicerrectoría de Investigación

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Fuerza contra el VIH

Lilian Ferrer

Fuerza contra el VIH

Desde la mirada holística que le fue inculcada en la UC, Lilian Ferrer, directora del programa Mano a Mano, de la Escuela de Enfermería, contribuye a la generación de conocimientos y formación de personas en el ámbito del sida con el fin de mejorar la vida de quienes se ven afectados por esta pandemia.

Cuando cursaba sus estudios de pregrado, Lilian Ferrer vivió una experiencia que –sin saberlo en ese momento– la marcó para siempre. Estaba trabajando en la Posta Central y se percató del sufrimiento de un paciente. Sin pensarlo, en su calidad de alumna de enfermería, se le acercó y tomó sus manos:

–¡Señorita, no me toque, no me toque!–, le dijo el enfermo, asustado.

–Disculpe, no quería molestarlo–, respondió Lilian.

–No, si no me molesta, lo hago por usted... ¡Es tan joven, tiene toda la vida por delante; imagínese si la contagio!

El paciente vivía con el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) y, tras calmarse, al ver el interés de la estudiante en él, le comentó que en el mismo recinto asistencial le habían dicho que era un potencial transmisor en forma permanente y eso lo tenía muy asustado.

"Esa experiencia me lleva de alguna forma a explicarme por qué me involucré en temas como el VIH", dice esta enfermera matrona titulada en la Universidad Católica, reconocida hoy en el ámbito de la salud nacional e internacional por sus trabajos acerca del sida y por ser la directora del programa Mano a Mano: una iniciativa centrada en investigación y liderada por la Escuela de Enfermería UC, donde se capacitan personas de Chile y otros lugares del mundo para la prevención de la enfermedad.

El propósito de Mano a Mano es contribuir de manera significativa a la contención del VIH y sida en la comunidad, mediante el desarrollo de proyectos de investigación cuyos objetivos son generar conocimiento válido sobre estrategias de prevención. La idea es difundir los resultados obtenidos en diversos espacios científicos, a nivel nacional e internacional, y ayudar a la formación en investigación en salud de profesionales del área de la enfermería y disciplinas afines. Otro de sus objetivos es fortalecer alianzas estratégicas con otras universidades, organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, y personas que necesitan día a día prevenir el contagio del virus o vivir con él de una manera saludable.

"Se llama Mano a Mano porque, de alguna forma, nos tomamos de la mano entre expertos en diferentes áreas, incluidos los miembros de la comunidad no científica, y a través de la interacción buscamos mejorar la vida de quienes se ven afectados por el VIH. Todo, teniendo siempre como centro a la personas, tanto las que trabajan en salud como las usuarias del sistema. Y digo usuarias, porque a mí no me gusta la palabra paciente", enfatiza la Dra. Ferrer.

El equipo de Mano a Mano está formado por investigadores chilenos y extranjeros –entre ellos destaca la enfermera matrona Dra. Rosina Cianelli, fundadora también de esta iniciativa–; otras profesionales de enfermería –Báltica Cabieses, Natalia Villegas, Loreto Lara, Lisette Irarrázabal, Alejandra Araya–; las psicólogas Dra. Paula Repetto y Margarita Bernales; el médico Dr. Jaime Sapag; la enfermera y mentora chilena avecindada en Estados Unidos, Dra. Nilda Peragallo; y los académicos norteamericanos, Dres. Kathleen Norr, Beverly McElmurry, Judith Levy y Jesús Ramírez-Valles.

Esta unidad persigue no solo generar más conocimiento acerca de cómo se comporta el VIH en la comunidad, sino también desarrollar pautas útiles dirigidas a quienes trabajan en salud, ya que han comprobado que la gran mayoría no cuenta con las herramientas para desenvolverse con asertividad frente a este problema. "En el fondo, en la temática del VIH el componente emocional es relevante y la gente, sea cual sea su nivel de formación, en muchas instancias se paraliza", asegura Lilian Ferrer.

El miedo a preguntar

Lilian Ferrer recuerda hoy que, tiempo después del episodio en la Posta Central, otros hechos reafirmaron su camino de trabajo ligado a la problemática del VIH. Estando en el cuarto año de su carrera, le solicitaron dictar una charla sobre prevención del VIH con los conscriptos de un regimiento. Ella no se sentía preparada, pero el desafío fue un aliciente y con la ayuda de una profesora, quien le entregó gran cantidad de material, expuso frente a 200 hombres, instalados en un auditorio de un recinto militar. Durante la exposición varios levantaron la mano para preguntar, pero otros esperaron hasta el final para hacer sus consultas y confesaron claramente que jamás harían lo mismo frente a alguien en una clínica u hospital porque sentían miedo: "Eso también me marcó y quise contribuir a cambiar la visión del equipo de salud a uno cercano y que aporta al bienestar de las personas, no que los aleja de él".

El primer caso oficialmente declarado de sida en Chile surgió en 1984. Las cifras más recientes de Onusida señalan que, a la fecha, 50.000 personas se encontrarían viviendo con VIH en el país; de ellas, 23.000 no conocen su estado serológico. Según los estudios, la pandemia está "contenida" en nuestro territorio; sin embargo, su aumento es constante y además ha adoptado un carácter de heterosexualización, pauperización y feminización. Es decir, el número de mujeres ha ido en aumento mucho más aceleradamente que el de los hombres y, por lo general, son sus propias parejas estables la vía de transmisión.

Todo esto llevó a Lilian Ferrer a decidir el tema de su tesis de doctorado: "Communities organizing around HIV/AIDS in Santiago, Chile", investigación para la cual fue becada por Fogarty. En forma paralela, Rosina Cianelli llevó adelante otro trabajo con mujeres en comunidades vulnerables, que arrojó que los hombres se sienten absolutamente ajenos a esta temática pues no han sido incluidos en ella, y que las mujeres necesitan empoderarse para hacer frente a situaciones de riesgo con apoyo de equipos de atención primaria.

Saber para vivir mejor

Una década después –con sus títulos de Doctor of Philosophy (PhD) in Public Health Sciences y Master of Science (MS), ambos obtenidos en la Universidad de Illinois, en Chicago– Lilian Ferrer es profesora asociada de la Escuela de Enfermería UC, profesora adjunta de la Universidad de Miami y de la Universidad de Illinois en Chicago, entidades a las cuales ha seguido ligada en forma permanente desde su regreso a Chile, en 2004, a través de investigación y docencia.

"Me siento una privilegiada, pues en mi caso el VIH ha sido una excusa para investigar y continuar creciendo. Ahora, con Mano a Mano, de alguna manera estoy devolviendo la oportunidad que se me ofreció", dice Lilian Ferrer, quien también se ha involucrado en ayudar a personas viviendo con VIH, en especial los niños del Hogar Santa Clara de Asís.

"Trabajo porque haya modelos que fortalezcan a los profesionales de la salud. Si ellos no están bien parados individualmente, es imposible que lo estén para ayudar a otro que lo necesita. Y esto tiene que ver con cambiar actitudes y conductas, lo que ha sido un poco el centro de atención en nuestras intervenciones. Las personas viviendo con VIH son, para mí, gente normal con un problema de salud, que nosotros como profesionales tenemos que saber abordar", agrega Lilian Ferrer.


LAS CONSTANTES DE UNA INVESTIGADORA

Lilian Ferrer distingue tres constantes que han dirigido su trabajo profesional: haber tenido buenos maestros o mentores, contar con un equipo comprometido y ser audaz para asumir con firmeza los desafíos.
Entre sus maestros menciona a Nilda Peragallo, Beverly McElmurry y Kathleen Norr, quienes la guiaron en la Universidad de Illinois en Chicago. También a Ilta Lange, su profesora en la Pontificia Universidad Católica de Chile.

Como coinvestigadora, reconoce en su amiga y colega Rosina Cianelli a la persona que siempre la ha apoyado; a lo que suma al valioso equipo con el que trabaja en Mano a Mano.
"Y lo audaz se lo debo, sin duda, a la Universidad Católica, que me dio la capacidad de decir: 'No tengo límite y voy a tener que trabajar mucho y sacrificar algunas cosas, para encontrar otras que me van a dar muchos más beneficios a mí y a mi entorno'", reflexiona. Si no fuese así, relata, hubiese perdido la oportunidad de adjudicarse y liderar con su equipo por primera vez en Chile proyectos de esos institutos.


LOS HOMBRES CHILENOS Y EL SIDA

Lilian Ferrer se mueve entre Chile y Estados Unidos, donde el lazo académico que mantiene con universidades de ese país le ha permitido acceder a diversos fondos concursables del National Institutes of Health (NIH) y avanzar así en sus principales investigaciones.

Una de ellas es "Incorporando a hombres chilenos a la prevención del sida", estudio cuasi experimental, de 5 años de duración (2006-2011), que pretende evaluar la efectividad de un programa de prevención de VIH/SIDA para hombres en desventaja social.

En este trabaja un equipo de investigadores chilenos y norteamericanos sobre la base de que todavía entre los varones existe gran ignorancia acerca del virus, pues el 65% de ellos declara saber muy poco sobre el tema.