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El experto de las Tics en educación

Miguel NussbaumEl experto de las Tics en educación

 Miguel Nussbaum, profesor titular de la Escuela de Ingeniería UC, es hoy uno de los referentes mundiales en materia de uso de tecnologías en la enseñanza, especialidad hacia la cual derivó tras darse cuenta de la necesidad de ayudar a los docentes de los establecimientos escolares a cambiar sus prácticas dentro del aula.

 Antes de partir a su doctorado en Suiza y ya con el título de Master of Science en Information and Computer Science, del Georgia Institute of Technology, de Atlanta, Estados Unidos, en 1985 Miguel Nussbaum pasó a despedirse del entonces decano de la Escuela de Ingeniería de la Universidad Católica, el profesor Bernardo Domínguez. Más de 25 años después, el ahora director de Eduinnova y profesor titular de esta misma escuela, aún recuerda lo que le dijo el académico: “Miguel, no olvides que tú vas a volver a Chile; preocúpate entonces de estudiar y perfeccionarte en algo que sea útil para el país”.

Valoró tanto el consejo, que Nussbaum hizo su tesis doctoral en base de datos deductiva y no en arquitectura de computadores como era su idea inicial, obteniendo así su Doktor der Technischen Wissenschaften, en la Eidgenössische Technische Hochschule (ETH), de Zürich, Suiza, en 1988, y que lo llevó también a publicar el libro Building a deductive database, en 1992, en Estados Unidos.

Hasta ese momento, el área de interés de este ingeniero civil eléctrico de la Universidad Católica había sido el hardware. Le gustaba mucho todo lo que tenía que ver con diseño de computadores, que, de hecho, había sido el tema de su título profesional y luego el de su máster en Estados Unidos. Incluso hoy, en medio de la particular decoración de su oficina –cuya puerta está tapada con fotografías, artículos de diario y tarjetas de diversos temas–, en uno de los compartimentos de su librero destacan diversos aparatos, algunos de ellos desarmados. “Basura tecnológica”, dice él, que sin duda revela su veta de electricista tras el número 18 del cuarto piso del edificio San Agustín, en el campus San Joaquín de la UC, en el Departamento de Ciencias de la Computación de la Escuela de Ingeniería.

Luego de doctorarse en Suiza, Miguel Nussbaum regresó a su trabajo en la Escuela de Ingeniería UC, donde era profesor desde 1982, desarrollando investigación en logística utilizando técnicas de inteligencia artificial para empresas chilenas como para una farmacéutica del país europeo. Esto lo llevó, en 1993, a formar la primera empresa derivada de esta escuela, Solex: soluciones expertas, en conjunto con Sonda y la Dirección de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de la Pontificia Universidad Católica de Chile (Dictuc).

Seis años después se retiró de Solex para dedicarse de lleno al tema que desde 1995 se había transformado en su verdadero motor: la educación, a la cual derivó por medio de un hecho que hoy él describe como anecdótico: “Un día de 1993, estando mi hija Haya en cuarto año básico, ella llegó triste a casa porque se había sacado un 1 en una prueba de Matemáticas, sobre conjuntos. Se solicitaba que la firmara, por lo que la revisé y descubrí que la evaluación tenía más de una respuesta, lo que comprobé con tres de mis colegas, cada uno de los cuales resolvió el problema planteado de una manera diferente. Luego de eso, mandé la prueba de vuelta al profesor con una nota y él me citó al colegio”.

Cuenta que tras una larga entrevista, de más de 45 minutos, lamentablemente el maestro de Haya no entendió la envergadura del problema que él mismo había planteado. Pero eso no lo amilanó y, al contrario, lo motivó más a involucrarse en la educación de sus hijas. Así, Miguel Nussbaum llegó a formar parte del directorio del colegio, del cual terminó siendo presidente, y de donde se retiró solo cuando Guenia, la menor de sus hijas, egresó. “Llegué a ser responsable de un colegio y conocí muy profundamente la realidad de un establecimiento escolar, lo que me motivó a conocer sobre las problemáticas de este tipo de enseñanza”, comenta el académico.

Eduinnova

Pronto el interés del profesor Nussbaum comenzó reflejarse en su trabajo en la universidad. En 1995 ganó su primer proyecto Fondef en educación, “Diseño, desarrollo y evaluación de juegos educativos autorregulados en plataforma económica y masiva”. Para esta investigación, buscó apoyo en el profesor de la Escuela de Psicología UC, Ricardo Rosas, y a quien hoy considera como “el puente que me permitió entrar al mundo de la educación. Él me guió en los primeros años y aprecio mucho su apoyo”.

El proyecto consistía en incorporar los videojuegos a la sala de clases con el fin de que los alumnos se convirtieran en los actores principales de sus aprendizajes, y donde el profesor asumía un rol de guía y mediador, cambiando así sus prácticas docentes. Usaron el Nintendo, por su costo barato y la enorme influencia que tenía sobre los alumnos. “Nos adelantamos a los tiempos, pero lamentablemente en aquella época no existía la madurez suficiente en las instituciones para masificar su uso al interior del aula, a pesar de que esta investigación mostró buenos resultados”, dice Nussbaum.

Se refiere a que, entonces, los videojuegos aún eran mirados con cierta reticencia en el Ministerio de Educación. “Consideraron que nuestra propuesta no correspondía, porque de una manera parecía que no consideraba el valor del trabajo”, afirma. Una década después, el Estado chileno subsidia las investigaciones educativas con videojuegos.

Aun así, los frutos de ese trabajo fueron publicados en el artículo “Beyond Nintendo: Design and Assessment of Educational Video Games for 1st and 2nd Grade Students”, texto que suscitó interés a nivel mundial, lo que es avalado por más de 200 citas en Google Scholar. “Aprendimos el valor de incorporar métodos no convencionales a la educación para cambiar los paradigmas instalados en el aula, y comprendimos la necesidad de dar el apoyo adecuado a los docentes para que puedan integrar estas nuevas prácticas en su trabajo”, reflexiona.

Esta investigación, además, tuvo el mérito de ser el origen de Eduinnova, equipo multidisciplinario de especialistas liderado por Miguel Nussbaum en la Universidad Católica. Allí, profesores, sicólogos e ingenieros se dedican a la transferencia al sistema educacional de los resultados del grupo de investigación que lidera –formado por alumnos de pre y postgrado–, en relación a las prácticas educacionales para la sala de clases con apoyo de las TICs, como se identifica hoy a las Tecnologías de la Información y la Comunicación.

Así, durante más de una década, Eduinnova ha aportado –tanto al sistema educacional nacional como internacional– soluciones para la sala de clases, que integran el desarrollo de habilidades sociales y comunicacionales a través del trabajo colaborativo, junto al cumplimiento de las metas curriculares exigidas por los planes y programas escolares. Su trabajo considera en ello las diferentes necesidades económicas, al ofrecer soluciones desde un computador por niño hasta uno para toda la sala de clases, manteniendo siempre la filosofía de que el alumno debe ser el actor central de su aprendizaje.

Eduinnova se consolidó en 2000 apoyada por Dictuc y en la actualidad llega a diferentes regiones de Chile y a otros países –Brasil, Argentina, Guatemala, Colombia, Uruguay, Inglaterra y Estados Unidos–, donde se ha posicionado por su enfoque altamente innovador y sus evidencias basadas en la investigación, labor que desde 2008 tiene el apoyo de la Unesco.

Pero ahora su apuesta es más ambiciosa y es acerca del impacto social de la tecnología en los aprendizajes. Fruto del trabajo conjunto con Microsoft Research de India, y con el apoyo de Conicyt y Corfo, Eduinnova estudia soluciones extremadamente económicas para la sala de clases: un computador, un proyecto y un mouse por niño (one mouse per child). “Y estamos tratando de hacer un proyecto masivo con el Banco Mundial en esta dirección, donde participen a lo menos 100 colegios, y demostrar que es posible impactar positivamente en los aprendizajes con nuevos métodos de enseñanza”, describe el profesor Nussbaum.

Referente mundial

Hoy, el profesor Miguel Nussbaum es uno de los referentes mundiales en materia de TICs en el aula. Dentro de la Universidad Católica ha liderado múltiples investigaciones, ha doctorado a la fecha a 16 de sus alumnos y tiene 66 publicaciones ISI, con cerca de 1.300 citas. Sus estudiantes lideran trabajos en Chile y en el extranjero en temas tan candentes como el uso de juegos colaborativos masivos en la sala de clase, prácticas interactivas de enseñanza o el uso del cómic interactivo para la comprensión lectora, entre otros.

Todo ello incluyendo la perspectiva tecnológica, a la que él ve como un medio y no como un fin: “El aprendizaje ocurre a través del intercambio de ideas de personas, y en ese proceso la tecnología solo tiene un rol mediador y no es el objetivo del aprendizaje”.

Junto con su labor en Eduinnova, Miguel Nussbaum es parte del consejo directivo del Centro de Estudios de Políticas y Prácticas en Educación, Ceppe, inaugurado en 2008, como resultado de la alianza de la Universidad Católica con la Fundación Chile, la Universidad Alberto Hurtado y la Universidad de La Frontera. Allí lidera el área de TICs en el aula, donde se ha dedicado fuertemente al tema de los juegos virtuales: “Queremos llevar esta experiencia a la sala de clases y sacarle provecho didáctico”.

Su compromiso

Con toda esta experiencia, el profesor Nussbaum declara hoy que su gran preocupación en materia educativa es lo que ocurre dentro de la sala de clases, donde el maestro tiene un rol fundamental.

“Las prácticas docentes no han cambiado por más de dos siglos, en la sala hay un profesor frontal con alumnos pasivos que absorben el conocimiento que él les entrega. Para mí, lo importante hoy día no es saber enseñar conocimiento, sino saber aplicarlo y encontrarlo; y también desarrollar en los niños y niñas habilidades sociales y comunicacionales, y el trabajo en equipo. Pienso que todavía todo eso está muy distante de lo que ocurre en la actualidad dentro del aula”, opina.

Según él, este es un problema a nivel mundial: “La tecnología ofrece enormes oportunidades a la sociedad. Y ya hemos demostrado de diversas maneras que es posible apoyar el aprendizaje con medios tecnológicos con resultados significativos a nivel de los colegios. En general, este cambio es una deuda a nivel mundial. Lo que nosotros estamos tratando de hacer entonces, desde la Universidad Católica, es ayudar a los profesores. Investigamos para Chile y el tercer mundo, con el fin de que los resultados de nuestro trabajo sean transferidos a la sala de clases, donde los maestros tienen una labor muy compleja y para la cual, a mi juicio, no han sido preparados como corresponde”, concluye.


EL PROBLEMA DE LA EDUCACIÓN

El año 2007, Miguel Nussbaum fue uno de los 16 profesores en recibir el Premio a la Excelencia Académica de la Universidad Católica, y en 2011 fue distinguido con el Premio Avonni por sus innovaciones en el área de la educación.

"Es fundamental comprender que el alumno de hoy es muy distinto al de hace 40 años. No podemos seguir teniendo un alumno pasivo, que fuera de las clases requiere respuestas inmediatas, se comunica con una gran cantidad de personas a la vez, pero a quien en la sala se le exige estar callado y en orden. Mientras no cambiemos ese modelo no vamos a mejorar las capacidades de nuestros ciudadanos", explica.