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Nuevas variedades de frutas para Chile

equipo de investigadores de agronomia ing forestal y cs biologicasNuevas variedades de frutas para Chile

Un grupo de académicos de las facultades de Agronomía e Ingeniería Forestal y de Ciencias Biológicas trabaja para que, a través del mejoramiento genético, el país pueda aumentar las exportaciones y retornos de diversas especies frutales.

Aunque Chile es el primer exportadorde fruta del hemisferio sur, por mucho tiempo dejó de lado la búsqueda de nuevas variedades que le permitieran tener más retornos y ampliar la estacionalidad de sus envíos. Con el trabajo en laboratorio los investigadores buscan nuevas variedades de fruta con características específicas, como que resistan mejor el largo viaje en barco o que desarrollen cierta forma y color según las necesidades del cliente. El problema es que el trabajo es de largo aliento, con estudios que en promedio toman más de diez años hasta llegar a una nueva variedad.

Y aunque cada especie tiene su dinámica  particular, el mejoramiento genético funciona de manera similar para todas. El objetivo es seleccionar las plantas que tengan las características que se buscan –color, tamaño o resistencia– y hacer cruzamientos entre ellas para obtener variabilidad genética. De ese proceso se obtienen plantas y de ahí se escogen las mejores.  Así se vuelve a hacer un cruzamiento hasta dar, por ejemplo, con una variedad de frutilla que resista ser congelada sin perder su calidad, como la que está buscando Marina Gambardella, académica de la Facultad de Agronomía y Ciencias Forestales UC.

Para poder registrar una nueva variedad, esta puede tener pocas diferencias con sus antecesoras pero deben ser lo suficientemente importantes. Solo en el caso de las frutillas, cuenta la académica de la UC, en los diez últimos años ha habido más de 600 nuevas variedades registradas en el mundo. Tal número corresponde a las múltiples necesidades del mercado y de los productores. El clima donde se cultiva, los tipos de suelo y el trabajo del agricultor también son parámetros que definen las variedades.

Además de las frutillas, Marina Gambardella dirige el Programa de Mejoramiento Genético de Frambuesas para Chile, financiado por Innova Corfo, y que es parte del trabajo que realiza el Consorcio de la Fruta. Junto a Pilar Bañados, también académica del Departamento de Fruticultura y Enología, están buscando nuevas variedades  que sean más firmes, de mejor sabor, mayor productividad, con resistencia al desgrane cuando están  expuestas a los túneles de frío y que tengan un buen tamaño.

"Llevamos tres años trabajando y ya hemos realizado las primeras selecciones de frutas más grandes y plantas más productivas que 'Heritage', la variedad estándar. Además, hemos encontrado gran variabilidad en nuestros seedlings plot (pequeñas plantas). Estamos muy entusiasmados con los resultados", asegura Pilar Bañados. Ambas investigadoras dicen que podrían tener las primeras variedades en tres o cuatro años más.

frambuesasFrutos mayores

Johanna Mártiz, académica del Departamento de Fruticultura y Enología, trabaja con mandarinas y limones para obtener variedades sin semillas, además de mejorar su sabor y aspecto, entre otras propiedades. Para ello, cuenta con un Fondef y ya tiene buenos resultados, aunque, aclara, debido a las características de estas especies se necesitan a lo menos 12 años para llegar a las que anda buscando, y el proceso podría extenderse a 25 años.

"El proyecto nació de la necesidad de resolver un problema grave en la industria, que era la contaminación de fruta con semillas, por lo que decidimos unir fuerzas con el sector viverista", cuenta. Solo por el hecho de que los cítricos no tengan semillas, algunos mercados pagan por kilo hasta 20 centavos de dólar más.

Obtener variedades de cerezo dulce que se puedan cosechar antes y después del período normal es el objetivo de Marlene Ayala, también académica del Departamento de Fruticultura y Enología UC. "Somos el primer país exportador del hemisferio sur, por lo que si tenemos nuestras propias variedades vamos a manejar muy bien el mercado del hemisferio norte aumentando la ventana de exportación", asegura la académica de la UC.

Este proyecto, que se desarrolla dentro del Consorcio de la Fruta desde 2010, espera tener nuevas variedades en un plazo de entre 12 y 15 años. La razón: un cerezo nuevo recién puede producir frutos a los tres o cuatro años de vida.

Por su parte, Basilio Carrasco se integró a la Facultad de Agronomía UC para desarrollar el proyecto de mejoramiento genético de carozos. Actualmente trabaja con durazneros, nectarines y ciruelos japoneses, para encontrar variedades que produzcan fruta con mayor tolerancia a la harinosidad y pardeamiento interno durante la poscosecha.

Este proyecto a cinco años está financiado por el FIA y es otra de las líneas de investigación del Consorcio de la Fruta y ya tiene unos 15 mil híbridos. "Éstos presentan características sobresalientes en cuanto a calidad organoléptica (sabor, textura, olor y color) y vida postcosecha", cuenta sobre los primeros resultados de uno de los programas de mejoramiento más avanzado del Departamento.

En todas estas especies la calidad del fruto es  esencial. Pero considerando que su exportación demanda trayectos muy largos, es igual de importante que la condición óptima se mantenga por un largo período luego de la cosecha.

En eso está concentrado Juan Pablo Zoffoli, académico de la Facultad de Agronomía UC. Además de ser el subdirector del programa de mejoramiento genético de manzanas, participa en los proyectos que incluyen duraznos, nectarines, ciruelas y cerezas. "Los objetivos del mejoramiento para postcosecha son específicos para cada especie. Por ejemplo, en el caso de duraznos y nectarines es la tolerancia a la harinosidad, en ciruelas al pardeamiento interno, en manzanas a la sarna del manzano producida por un hongo, y en cerezos, a la tolerancia a daños mecánicos", explica el profesor UC.

En el caso de duraznos, nectarines y ciruelas, cuenta el especialista, ya están iniciando las evaluaciones de postcosecha y la distribución de materiales a centros de evaluación comercial.

naranjasPrimera exportación

Patricio Arce, académico de la Facultad de Ciencias Biológicas de la UC, está a la cabeza del programa de mejoramiento genético de la fruta de exportación estrella del país: la uva. Con nueve millones de cajas vendidas al exterior al año, la creación de variedades propias es urgente, dice el investigador. Espera tener en unos seis años, al menos, cuatro o cinco potenciales nuevas variedades.

"Usamos marcadores moleculares", explica Patricio Arce. "Sacamos el ADN de la uva y evaluamos en su genoma si tiene o no los genes de resistencia a hongos, por ejemplo, para garantizar muy temprano las plantas que nos interesan en el proceso de selección. Así ahorramos tiempo y dinero", agrega. Con este método ya tienen una uva resistente a los hongos.

Las variedades de uvas que Patricio Arce y su equipo están buscando deben ser de bayas grandes, sin pepas, crujientes y resistentes a la postcosecha, entre otras propiedades. "Nuestro foco es satisfacer los requerimientos de los agricultores chilenos, pero creo que sería un desperdicio no aprovechar una eventual producción en el hemisferio norte. No competiría con la nuestra y además podría dejarnos ganancias por conceptos de royalty de entre 2% y 3% de las ventas", opina el académico.

También enfocada en las vides y trabajando junto con investigadores de la Universidad de Talca y la University of California Davis (EE.UU.), Doris Prehn, académica de la Facultad de Agronomía y Ciencias Forestales de la UC, está estudiando el mejoramiento de portainjertos (planta que recibe un injerto) para vides.

Utilizados para combatir diversas pestes y otros problemas originados en el suelo, con este proyecto se buscan variedades con tolerancia al estrés abiótico. El trabajo de tres años, que cuenta con financiamiento de Corfo, tiene alcance nacional. "Son especies importantes para la sustentabilidad de vides en Chile, ya que permiten abordar condiciones fitosanitarias y ampliar su rango de uso", explica la investigadora.


Consorcio de la fruta

Desde hace más de cinco años, la Universidad Católica y la Asociación de Exportadores de Fruta (Asoex) unieron fuerzas para cambiar esta condición a través del mejoramiento genético de las principales frutas que exporta el país. Así nació el Consorcio de la Fruta.